Hoy en BUILD Windows, Microsoft
enseño su nuevo sistema operativo. Ellos lo
presentan como una reimaginación de Windows, y les digo
que están totalmente en lo cierto.
Lo primero que
vamos a ver es lo que Microsoft ha llamado la experiencia Windows 8, fundamentalmente basada en la nueva interfaz
Metro.
Windows 8, el contenido es lo que importa
Desde el primer momento que
encendemos un tablet con Windows 8 nos damos cuenta de qué es lo importante en
el nuevos sistema de Microsoft: "el contenido". Sin desbloquear
el sistema ya tenemos una vista rápida de las novedades: notificaciones de
correo, llamadas, mensajes y eventos de calendario.
Cuando desbloqueamos y entramos a la pantalla Inicio, por cierto
de forma muy rápida y ágil, la información se multiplica. Cada aplicación tiene su propia tile o cuadro, donde
puede mostrar la información que quieran: fotos, correos, feeds RSS... Además, las aplicaciones pueden crear tiles adicionales.
Por
suerte, Microsoft ha aprendido de Windows Phone 7 y la gestión de estos cuadros
es bastante mejor que en el móvil. Podemos organizarlos en grupos, y escoger el tamaño (pequeño o
grande) para darle más o menos importancia.
Aplicaciones Metro, una
experiencia homogénea
Microsoft ha
querido que las
aplicaciones sean homogéneas en Windows 8. En vez de dejar a cada desarrollador hacer la
aplicación como quiera, Microsoft propone una experiencia similar entre
aplicaciones, algo similar a lo que propone Apple en el IOS.
Lo primero es que todas las aplicaciones Metro están a pantalla completa. No
hay barra de tareas, no hay barra de menús. Todo es la aplicación, no hay
comandos, sólo contenido.
Desde cualquier aplicación podremos acceder a un menú de acceso rápido o charm deslizando el
dedo desde el borde derecho hacia dentro. Ahí tenemos varias opciones:
Búsqueda, Compartir, Inicio, Dispositivos y Ajustes. En Ajustes podemos cambiar
rápidamente algunos ajustes del sistema (volumen, brillo, notificaciones,
conexión a Internet…). Ahí también podremos acceder a los ajustes de la
aplicación: se acabó eso de que cada programa tenga el menú de configuración en
un sitio diferente. Veremos el resto de opciones más adelante.
Al principio decía que las aplicaciones en Metro son sólo
contenido, no comandos. Entonces, ¿qué pasa cuando queremos acceder a opciones
más avanzadas? Simplemente tenemos que deslizar el dedo desde el borde inferior
de la pantalla para que aparezca una barra de herramientas. En cualquier
aplicación, el funcionamiento será el mismo y siempre accederemos a las opciones
de la barra del mismo modo.
Teclado, mouse, stylus o dedo: Windows 8 los soporta todos a
la perfección
Microsoft ha tenido en cuenta todos los posibles métodos de
entrada en Windows 8. Su nuevo sistema funciona genial con cualquier cosa que
se nos ocurra: teclado,
ratón, stylus o dedo.
El teclado
táctil está muy bien conseguido. Tiene corrección
ortográfica automática y sugerencias de palabras. Además, podemos usarlo como
un teclado normal o con los dos pulgares en la modalidad de teclado separado.
Por supuesto, también podemos utilizar el teclado y el ratón de
forma normal. Lo único que cambia con respecto a usar el dedo es que para ver
la barra de la aplicación o la aplicación anterior tendremos que hacer clic en
el borde en lugar de deslizar, y el menú de acceso rápido aparece en la esquina
inferior izquierda pulsando el botón Windows del teclado.
Y si somos más de usar lápices para la pantalla, también podemos
hacerlo. La mayor parte del tiempo es como si usásemos el dedo, salvo en
el reconocimiento
de escritura. Funciona realmente bien, y podemos usarlo
cambiando el modo del teclado. Muy cómodo si tenemos un stylus.
Escritorio tradicional
Aunque Metro es un cambio bestial, Microsoft no ha abandonado el
escritorio normal de toda la vida. Lo podemos ver como una
aplicación más: pulsamos en él y llegamos a un escritorio prácticamente clavado
al de Windows 7. También aparecerá automáticamente cuando ejecutemos
aplicaciones que no sean Metro.
Esto entra dentro de la estrategia de Microsoft de que todo lo que funciona en Windows 7
también lo hará en 8. Seguiremos teniendo las aplicaciones
normales a mano, en la interfaz a la que estamos todos acostumbrados. La
interfaz Metro y la tradicional son un conjunto que funcionan una junto a la
otra sin ningún problema.
Windows 8 omnipresente y con sincronización en la nube
Microsoft
también quiere que tengamos la
misma experiencia en cualquier dispositivo. Nuestras cuentas de
usuario están asociados a Live IDs, y nuestras cuentas de usuario, que incluyen
nuestra foto, fondos y ajustes, estarán sincronizados a través de Internet.
Nuestro correo y calendario también están conectados en
la nube, ya sea con Windows Live, Exchange o Google (no es seguro que esté,
pero no hay razón para pensar que no lo incluirán). También podremos
sincronizar nuestros contactos de Windows Live, Facebook, Twitter y LinkedIn, y
chatear con ellos sin importar el servicio que usen.
Cómo no, también habrá sincronización de fotografías en la
nube, tanto con Skydrive como con Facebook y Flickr. Y todo de
forma totalmente transparente para el usuario.
Y por si fuera poco lo que ofrece Microsoft, también
habrá APIs para que los desarrolladores puedan usar SkyDrive para sincronizar
los datos de sus aplicaciones.